El actual sistema tributario ha convertido la declaración de la renta en un hecho ordinario, incluso agradable o esperado por algunos.
Hace unos años se veía la declaración anual de la renta como un hecho de resultado incierto, de riesgo, no querido sino obligado. La clave del cambio ha sido el sistema de retenciones y pagos a cuenta, actualmente la agencia tributaria obliga a los pagadores de los salarios y de facturas profesionales a practicar una retención e ingresarla rápidamente al tesoro público.
De este modo hacienda tiene el dinero de los contribuyentes antes de que declaren. A menudo tiene muchos más de los que le corresponden, por eso hay tantas declaraciones de renta negativas, con resultado a devolver. Este año se han presentado 20,6 millones de declaraciones, un 4,4% más que el año anterior, y de ellas el 70% son negativas. En 14,45 millones de casos, hacienda tiene que devolver dinero a los contribuyentes, porque retuvieron más de lo necesario.
La devolución media es de 752 euros. Los contribuyentes que necesitan ese dinero, o simplemente lo quieren tener ellos, acuden rápidamente el mismo mes de abril a hacer su declaración a los despachos profesionales o vía internet, ya que la atención presencial en hacienda no se abrió hasta el 14 de mayo. Se ha acortado el tiempo de las devoluciones, en general, porque a fecha de hoy ha devuelto 7 de cada 10 euros recaudados de más, ha abonado ya 7.487 millones de euros a 11,35 millones de contribuyentes, que supone una media de 660 euros por declaración. Parece que devuelve primero las de menos importe, por ello la devolución ejecutada aún está por debajo de la media de 752.
Cobrar la devolución es agradable, y más si es pronto, y si tarda piensa que hacienda dispone de seis meses de tiempo para tramitarlo.
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